Séneca: no existen vientos
favorables para el que no sabe a que puerto quiere llegar.
Parafraseando al Dr. Horacio Krell, el pensamiento estratégico es el recurso para conseguir lo definido
en el objetivo o propósito de la clase.
Es más sencillo elaborar un plan de una estrategia que ejecutarla.
Desde la estrategia se visualiza el futuro que se desea conseguir al final de
la clase, implica construir desde el presente lo que se necesita para
lograr el objetivo.
El pensamiento estratégico tradicional opera hacia adelante y está orientado
a productos, en la lógica o en la experiencia. Es una secuencia razonable: si
ocurre tal cosa ocurrirá tal otra. El pensamiento estratégico
reformulado parte del futuro deseado y retrocede hasta lo que hay que hacer
para que se produzca. Cuando la guía es el pasado, la experiencia nos condiciona
y nos hace apegarnos a procesos. Si tu quieres saber que ocurrirá en el futuro (al
final de la clase) la mejor manera es asociar al objetivo la estrategia misma
que puede inventarla.
Planear desde el futuro (fin de la clase) es partir desde el ideal que
hace nacer al pensamiento reflexivo, con sus fases de observación,
problema, hipótesis, selección y ejecución, y convertirlo en un
pensamiento estratégico para que la razón se combine con la pasión.
El pensamiento estratégico remodelado es como ver una película
desde el final. La diferencia es que la película todavía no existe, uno mismo
la deberá organizar y realizarla.
La Estrategia es el elemento esencial de la gestión del aula. El enemigo
principal de cualquier plan de clase es el tiempo, porque cuanto más
lejano es el objetivo más incierto es su logro.
La ley de
Murphy. El
pensamiento estratégico diseña para reducir la incertidumbre, el segundo
enemigo que debilita el planeamiento de la clase pero que al mismo tiempo lo
hace necesario.
El pensamiento estratégico es el arte de ordenar los conocimientos y los
recursos para superar esa diferencia tradicional que existe entre el plan de la
clase y el resultado (logros). La estrategia se mueve en dos polos:
el de la reflexión y el de la acción pero da prioridad a la
segunda.
Nos
podemos encontrar con profesores intelectuales o de acción. En el mundo coexisten dos
tipos de docentes: el intelectual que trabaja con palabras y con ideas (clase
expositiva) y el de acción que lo hace haciendo que los estudiantes trabajen
con materiales y recursos didácticos. Ambos deben reunirse para tener éxito o sea
ser los dos cosas al mismo tiempo.
El concepto de creación es la unión de la creatividad, el plan y la
acción del desarrollo de las estrategias.
Estrategia etimológicamente significa "general". La estrategia
no separa el plan de la acción. La estrategia del líder (docente) es
lograr que se concrete el propósito, enfrentando al verbalismo, a la carencia
de la contextualización y observando al final de la clase el logro del objetivo.
El
profesor estratega es planificador. No hay lugar para diferenciar la estrategia de la planificación, puesto
que para lograr los resultados se debe conocer las etapas de la
estrategia. El profesor estratega debe lograr un pensamiento estratégico en el
cual la Acción garantice que la Reflexión se cumpla, y que la
reflexión incorpore la lógica de la Acción. Ninguna Estrategia debe
transitar ese camino sin tener claro su objetivo.
Poseer las técnicas que
permiten el desarrollo de un pensamiento estratégico es tener una llave para
abrir la puerta que queremos y cultivarlo es mucho más sencillo de lo que pueda
parecer. No es algo de genios, es un resultado del trabajo y el sentido
común, el pensamiento estratégico se basa, esencialmente, en el
conocimiento de la estrategia, los conocimientos asociados al desarrollo de la
destreza y el análisis de los componentes internos del objeto de estudio.
El pensamiento estratégico
intenta defendernos de aquella posición cómoda de la clase que implica dejar
que la nave vaya, quién sabe dónde, según sople el viento. Nos defiende, nos
alerta y nos advierte.
Es un proceso de
razonamiento aplicado a sistemas o problemas complejos, con miras a lograr un
objetivo. Este tipo de razonamiento pretende reducir la incertidumbre,
minimizar riesgos y maximizar oportunidades a través de un conjunto de
múltiples procedimientos de análisis y aprendizaje (Loehle, 1996; Wells, 1998).
Pensar estratégicamente
significa, sentirse incómodos, insatisfechos, inquietos, atentos, viendo lo que
pasa a nuestro alrededor, innovando, moviéndonos permanentemente...pero con la
mente tranquila y serena, sabiendo hacia dónde vamos. Esto no es fácil, es
esforzado y fatigoso.
Este tipo de pensamiento
es un pensamiento que supera al pensamiento científico, no excluyéndolo, sino
integrándolo. El pensamiento estratégico tiene como objetivo buscar la
capacidad de anticipación de los acontecimientos, visualizar un destino y
construirlo, y alcanzar el futuro que se considera más conveniente para los
estudiantes, sociedad.
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