miércoles, 21 de noviembre de 2012

El pensamiento estratégico en la clase


Séneca: no existen vientos favorables para el que no sabe a que puerto quiere llegar.

Parafraseando al Dr. Horacio Krell, el pensamiento estratégico es el recurso para conseguir lo definido en el objetivo o propósito de la clase.

Es más sencillo elaborar  un plan de una estrategia que ejecutarla. Desde la estrategia se visualiza el futuro que se desea conseguir al final de la clase, implica construir  desde el presente lo que se necesita para lograr el objetivo.

El pensamiento estratégico tradicional opera hacia adelante y está orientado a productos, en la lógica o en la experiencia. Es una secuencia razonable: si ocurre tal cosa ocurrirá tal otra. El pensamiento estratégico reformulado parte del futuro deseado y retrocede hasta lo que hay que hacer para que se produzca. Cuando la  guía es el pasado, la experiencia nos condiciona y nos hace apegarnos a procesos. Si tu quieres saber que ocurrirá en el futuro (al final de la clase) la mejor manera es asociar al objetivo la estrategia misma que puede inventarla.

Planear desde el futuro (fin de la clase) es partir desde el ideal que hace nacer al  pensamiento reflexivo, con sus fases de observación, problema, hipótesis, selección y ejecución, y convertirlo en  un pensamiento estratégico para que la razón se combine con la pasión. 
El pensamiento estratégico remodelado es como ver una película  desde el final. La diferencia es que la película todavía no existe, uno mismo la deberá organizar y  realizarla.

La Estrategia es el elemento esencial de la gestión del aula. El enemigo principal  de cualquier plan de clase es el tiempo, porque cuanto más lejano es el objetivo más incierto es su logro.

La ley de Murphy.  El pensamiento estratégico diseña para reducir la incertidumbre, el segundo enemigo que debilita el planeamiento de la clase pero que al mismo tiempo lo hace necesario. 

El pensamiento estratégico es el arte de ordenar los conocimientos y los recursos para superar esa diferencia tradicional que existe entre el plan de la clase y el resultado (logros). La estrategia se mueve  en dos polos: el  de la reflexión y el  de la acción pero da prioridad a la segunda. 

Nos podemos encontrar con profesores intelectuales o de acción. En el mundo coexisten dos tipos de docentes: el intelectual que trabaja con palabras y con ideas (clase expositiva) y el de acción que lo hace haciendo que los estudiantes trabajen con materiales y recursos didácticos. Ambos deben reunirse para tener éxito o sea ser los dos cosas al mismo tiempo.

El concepto de creación es la unión de la creatividad, el plan y la acción del desarrollo de las estrategias.

Estrategia etimológicamente significa "general". La estrategia no separa el plan de la acción. La estrategia del líder (docente) es  lograr que se concrete el propósito, enfrentando al verbalismo, a la carencia de la contextualización y observando al final de la clase el logro del objetivo.

El profesor estratega es planificador. No hay lugar para diferenciar la estrategia de la planificación, puesto que para lograr los  resultados  se debe conocer las etapas de la estrategia. El profesor estratega debe lograr un pensamiento estratégico en el cual  la Acción garantice que la Reflexión  se cumpla, y que la reflexión  incorpore la lógica de la  Acción. Ninguna Estrategia debe transitar ese camino sin tener claro su objetivo. 

Poseer las técnicas que permiten el desarrollo de un pensamiento estratégico es tener una llave para abrir la puerta que queremos y cultivarlo es mucho más sencillo de lo que pueda parecer. No es algo de genios, es un resultado del trabajo y el sentido común,  el pensamiento estratégico se basa, esencialmente, en el conocimiento de la estrategia, los conocimientos asociados al desarrollo de la destreza y el análisis de los componentes internos del objeto de estudio. 

El pensamiento estratégico intenta defendernos de aquella posición cómoda de la clase que implica dejar que la nave vaya, quién sabe dónde, según sople el viento. Nos defiende, nos alerta y nos advierte. 

Es un proceso de razonamiento aplicado a sistemas o problemas complejos, con miras a lograr un objetivo. Este tipo de razonamiento pretende reducir la incertidumbre, minimizar riesgos y maximizar oportunidades a través de un conjunto de múltiples procedimientos de análisis y aprendizaje (Loehle, 1996; Wells, 1998).
Pensar estratégicamente significa, sentirse incómodos, insatisfechos, inquietos, atentos, viendo lo que pasa a nuestro alrededor, innovando, moviéndonos permanentemente...pero con la mente tranquila y serena, sabiendo hacia dónde vamos. Esto no es fácil, es esforzado y fatigoso. 

Este tipo de pensamiento es un pensamiento que supera al pensamiento científico, no excluyéndolo, sino integrándolo. El pensamiento estratégico tiene como objetivo buscar la capacidad de anticipación de los acontecimientos, visualizar un destino y construirlo, y alcanzar el futuro que se considera más conveniente para los estudiantes, sociedad.

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