viernes, 19 de julio de 2013

El pensamiento estratégico en la clase



El pensamiento estratégico se trata de un nuevo replanteamiento de las relaciones profesor- estudiante-conocimientos, donde el alumno se haga cada vez más  independiente, más responsable de su propio proceso de aprendizaje a partir  de la creación de condiciones muy peculiares de aprendizaje donde se  consideren variables tanto personales, como estratégicas y de tareas, hasta convertirse en verdaderos recursos “personalizados”, aunque no exentos de fuertes componentes sociales y humanísticos , lo cual constituye un reto para la educación contemporánea.

Uno de los factores que más contribuye al progreso del aprendizaje de los estudiantes es el grado y sobre todo el modo en que se estudien los estudiantes. Para ello se hace necesario introducir dentro del propio curriculum de enseñanza las estrategias de aprendizaje autónomas que permitan alcanzar el objetivo de “aprender a aprender”. Para que las estrategias de aprendizaje se asimilen y puedan transferirse y generalizarse es preciso que se enseñen y se instrumenten a través de las diferentes áreas curriculares, si no se seguirán produciendo los mismos fracasos que esta ahora se han venido obteniendo (Latorre y Rocabert, p.148, 1997).

domingo, 14 de julio de 2013

Habilidades que convierten a un estudiante en un pensador crítico



Para Dhand (1994:149), las habilidades de pensamiento que convierten a un estudiante en un pensador crítico es decir, capaz de pensar, sentir y actuar en su sociedad y en su mundo son las siguientes:

a) preguntar y responder para clarificar cuestiones, problemas, etc.
b) comprobar la consistencia interna de una información,
c) deducir y juzgar deducciones,
d) descubrir sesgos en las fuentes conocidas,
e) descubrir información irrelevante,
f) determinar la validez y la confianza de las fuentes,
g) determinar si los hechos justifican o apoyan una generalización,
h) distinguir entre hechos y juicios de valor,
i) distinguir entre lo esencial y lo incidental,
j) distinguir entre reivindicaciones justificadas y no Justificadas,
k) utilizar y reaccionar ante calificaciones falaces de manera apropiada,
l) identificar información ambigua,
m) identificar, plantear y examinar suposiciones,
n) identificar el tema o problema central,
o) identificar afirmaciones no justificadas,
p) juzgar la exactitud y la falsedad de las fuentes,
q) juzgar la solidez de un argumento,
r) controlar su propio pensamiento,
s) reconocer inconsistencias, y
t) reconocer la adecuación de los datos al problema.

Estas habilidades, y el proceso de su enseñanza y aprendizaje, no son sustancialmente diferentes de las que implican otras propuestas relacionadas con la formación del pensamiento de orden superior tales como el pensamiento creativo, la toma de decisiones o la resolución de problemas (por ejemplo, Benejam/ Pagés, 1988; Domínguez, 1994). En todos los casos, se trata de predisponer y preparar a los estudiantes para que puedan hacer frente a los retos que les deparará el futuro desde el conocimiento social. Se aconseja al profesorado la utilización de métodos y recursos variados tales como los estudios de caso, la indagación guiada, las analogías, las discusiones abiertas y los debates, los juegos de simulación y de rol, etc. Se insiste en la conveniencia de fomentar el discurso ora l y escrito del alumnado afín de facilitar la construcción de su propio lenguaje en contextos en los que deba defender un punto de vista sobre una situación, dar su opinión, juzgar la adecuación o la conveniencia de una fuente o de una información, etc.

miércoles, 10 de julio de 2013

Una sociedad afectada por el caos capitalista



Todos ansiamos un mundo mejor; más este mundo, que se nos ha hecho muy pequeño debido al progreso de la técnica, las comunicaciones y la cultura, se ha complicado demasiado por falta de sentido humano y de justicia social. Por eso vivimos una era de incertidumbre en un mundo lleno de tensiones que afectan profundamente a la educación y la hacen más difícil cada día.

Hoy día la humanidad está viviendo una pesadilla horrible y dolorosa, cuyo despertar, cargado de preocupaciones y dudas, está haciendo pensar a todos (políticos, pensadores, maestros y aún al mismo hombre de la calle), si no habrán sido inútiles los sacrificios realizados para la obtención de otro mundo mejor. Y ante esta inquietante situación, como otras veces, pero ahora con más profundo ahínco, los educadores vuelven los ojos a la niñez, con la esperanza que, orientando por nuevos rumbos a la educación, sea posible formar hombres y mujeres mejores para construir un mundo mejor, para disfrutar de una vida más dichosa en don de todos podamos vivir en paz (convivencia pacífica).

En la tormentosa lucha que los pueblos han tenido que mantener durante varios años en defensa de sus derechos y sus ideales, se aguijó la inteligencia para producir nuevos medios para la defensa y destrucción, transformando así las sociedades y civilización en proporciones tales que, al terminar el conflicto, se han encontrado con un mundo distinto al anterior y con factores que serán incontrolables y nefastos para el futuro, si no se logra controlar la ciencia y encausar la técnica.

                       En consecuencia nos encontramos en los umbrales de una nueva era que 
                       pide hombres nuevos,  con  nuevos  ideales,  y  de su formación adecuada 
                       dependerá sin duda la felicidad  o  desgracia de  la  nueva  humanidad  que 
                       ahora surge; en esto consiste la función y responsabilidad  de la educación 
                       en este mundo transido de responsabilidades y tensiones.