sábado, 11 de octubre de 2014

NUESTROS HERMANOS





Tuvimos muchos hermanos en
todos los tiempos y lugares,
entregados con fe revolucionaria,
a la causa del amor y la libertad
de los oprimidos, allá en campos,
ciudades por el  capitalismo y
sus guerras de rapiña.
Hombres y mujeres de mentes,
de corazones nobles que no
los conocimos, ellos asumieron
con conciencia la batalla de las
ideas, en defensa de vosotros.
En todos los tiempos perseguidos
fueron, expatriados, desterrados,
desaparecidos, enterrados en
fosas comunes para desaparecer
sus huellas encarnadas en raíces.
Ideales insurgentes, irradiados
como semillas, en libros, versos
y canciones, al mundo entero
dieron luz para andar los senderos.
Fueron grandes compositores,
cantantes de las llanuras, y
altas cumbres de la serranía,
de plástica, canciones y palabras:
con la que la alegría se tornó rima,
con acústicos tambores y timbales,
cada redoble por vida digna,
mil sones al trabajar viviendo.
Estudio crítico del desaprender el
eurocentrismo recolonizador del
pensamiento fetichizado.
Por defender la independencia,
el socialismo, la patria buena,
los persiguieron de norte a sur
por los montes y los valles,
por las ciudades, barrios y calles,
masacrados por mercenarios,
fusilaron a la señora utopía,   
intentando vanamente, matar
la idea, el pensamiento del
verdadero humanista:
Marx, Lenin, Miranda, Bolívar,
Sucre, Martí, Fidel, Allende
Miguel Enriquez, Neruda,
Ernesto Guevara, Chávez,
son muchos y muchos más, con
su muerte renacieron millones
y hoy América Latina crece,
triunfa por doquier, con bravura y
heroísmo, ¡patria buena nace ya!

domingo, 5 de octubre de 2014

SOLEDAD



SOLEDAD

La de los montes gigantes
de las montañas primarias,
en las que apenas el sol
penetra sus rayos, con los
que alumbra el camino de
la maraña de insectos que
devoran con ansias el verdor
de las hojas del mar infinito
de la espesura indomada.

La de la ciudad y sus calles
que con urgencia de gente
cual abejas hambrientas,
circulan, vuelan, revolotean,
por cada puesto de venta,
llevando como bachacos
productos al hormiguero,
en medio de tanta gente,
la soledad me atormenta,
busco agitado a la flor de mayo,
para oler su fragancia del
fluir de florales en capullos
y rosas para apagar el dolor
de  mi enorme   tristeza, de no
encontrarte entre tanta gente.

Soledad de no tenerte en mis
brazos, para decirte cuanto te
amo, para dormirme en tu pecho.

Te marchitaste flor de mayo,
el día que se tornó noche, cuando
se nublaron mis pupilas al saber
que nunca más   te encontraría
con tu alegría a flor de labios.

Soledad la de encontrarme,
en el silencioso aposento,
con el sonar de ventanas, con
el crujir de las puertas que se
azotan contra sus marcos para
decirme que estas presente,
para hablarme en el  silencio
de vida pasada, de la alegría
del mar, del tambor y su son en
marimba del pambelé, berejú,
música que ruge desde lo alto,
dulce gemido que llora en la lira,
intrusa, risueña, ululando penetra
por los espacios abiertos del
cielo en que paciente me esperas,
para juntos jugar como niños, como
amantes y morir entre tus besos.

jueves, 2 de octubre de 2014

MANOS



MANOS

Palmeras suaves de sentidos y mensajes,
cual olas de mar agitadas en rítmica armonía,
siguen apresuradas cada tono y las palabras,
del desesperado frenesí  de los amantes.

Manos tiernas, cariñosas las de la madre,
que convertidas en paños secan las lágrimas,
del rostro de su hijo tierno que agoniza,
allá en la palestina sitiada, bombardeada.

Manos fuertes y duras  la del labriego,
que a pleno sol, levanta los surcos del arado,
las que  transforman en flores el duro suelo.

Manos furtivas, temblorosas, las de los amantes,
las que recorren como cascadas seductoras,
el cuerpo de la novia al son del  tambor sonoro,
en la fiesta de rumba, jolgorio y de marimba.

Manos pequeñitas las de los niños y las niñas,
que con ansias se levantan para agarrarse,
con ímpetu al regazo dulce de los padres.

Manos invisibles la del capitalismo usurero,
las que despojan al obrero de su trabajo y
acumulan dinero como símbolo de poderío,
dominio del rico sobre el pobre declarado,
insurgente cuando levanta la voz de dignidad,
justicia, paz, amor, fraternidad, humanidad.

Manos asesinas las que en el mundo de hoy,
del capitalismo agonizante, aprietan el gatillo,
de, misiles, bombas, para acabar la vida.

Manos trémulas y frías las de los muertos,
inocentes caídos por las bombas de drones,
armas asesinas no dirigidas a objetivos militares,
sino a la población civil desarmada, agonizante.

Manos hábiles y diestras en dibujos de números,
de letras con las que se agiganta el conocer,
trabajo del pedagogo, pasión en toda lección,
solo el amor hecho palabras, resume nuevo aprendiz,
el saber de las palabras dan sentido a la razón,
del jolgorio musical de poemas y canciones,
que en la sabana retumba, a ritmo de marimba y son,
agarrados manos con manos en la rítmica canción,
tocan manos y mil manos  a  la marimba y al tambor .

martes, 30 de septiembre de 2014

Pechiche engualgurao



PECHICHE ENGUALGURAO

Tributario tribuno del conocimiento,
de los pechichales, cascoles, duros como
el roble, en donde el sílice barricada de
las finas fibras, se come al vil acero fabricado.
En la copa de mirada al cielo sempiterno,
Habitan: guacharacas, quindes,
ardillas, cusumbíes y dios te dé,
saltimbanquis  de rama en ramerías,
vocería de trinos tweeteros en los frutos,
selva indómita, libertaria, guerrillera.
Escondidos en el ropaje del follaje
verde, cuna de millones de hojas,
El tesoro resume olor  pechiche,
manjar dulce de frutos azabaches,
Abajo en el tronco de raíces embambadas,
la musguería, las congas, los bachacos,
desfilando con los frutos en filas militares.
La gualgura con su piar descarada a pleno día,
calcula la plusvalía para asaltar la selva
de los pechichales y cortarles el tronco,
millones de tablas y tablones maderables.
En otra vida la gualgura se llevaba a los niños
a la oquedad de la quebrada más profunda,
en plena modernidad,  la gualgurística,
aprendió a llevarse los fondos de terceros,
con truculencia aceptada por segundos,
el festejo inmoral del poder mediatizado,
aplaudidos, por mercenarios contratados,
gualgurillas pagadas difusoras de mentiras,
de repartos mal habidos, surrealistas,
metamorfoseada la fantasmal gualgura,
¡en escuálido, oligarca!