viernes, 21 de diciembre de 2012

Funciones esenciales para las aplicaciones de estrategias didácticas



Una de las funciones esenciales de la aplicación de las estrategias didácticas debería consistir en establecer la vinculación de sentido entre contextos socio-culturales y aprendizaje.

Conocer las características socioculturales de los distintos grupos de estudiantes debería consistir en el primer paso a dar por los docentes para construir un referencial socio-cultural de sus prácticas áulicas base necesaria para crear un escenario estratégico de aprendizaje.

Las estrategias didácticas que utilizan los docentes en el aula son modificadas frecuentemente con el fin de dar respuesta a las dificultades de aprendizaje de los estudiantes y constituyen el aspecto más dinámico y cambiante de las prácticas docentes. Ello habla de un proceso de búsqueda y mejora por parte de los docentes. Esta preocupación permite desarrollar algunas experiencias con resultados alentadores en relación con contenidos puntuales. No obstante, persiste una débil relación de los contenidos a aprender con el mundo de la vida de los sectores sociales pobres.

Con relación a los instrumentos didácticos diseñados por los docentes para el aprendizaje de los educandos, llama la atención que, generalmente, no están pensados en términos de construcción de conocimientos, sino de aplicación de los ya construidos para la resolución de situaciones. Se pierde, así, la riqueza del proceso a recorrer para formalizar determinados conocimientos.

Como señala Bernstein (1994), la escuela opera sobre la base de códigos socio-lingüísticos universalistas cuyos principios y operaciones son lingüísticamente explícitos y menos ligados al contexto. Cuando un número importante de estudiantes que asisten al aula provienen de grupos sociales que operan con códigos particularistas, cuyos principios y operaciones son relativamente implícitos y el sentido está vinculado a un entorno conocido. El criterio implícito de agrupamiento se define por desempeño y conducta y constituye el principal fundamento para el armado de las divisiones . Estos dos tipos de códigos expresan formas lingüísticas diferentes y se  originan en relaciones sociales distintas.

La ausencia de un esfuerzo por cerrar esa brecha mantiene una ruptura comunicacional asentada en la descontextualización de los códigos particularistas de distintos grupos sociales con graves consecuencias para el aprendizaje. La cuestión no se resume en la falta de conocimiento de los contenidos. Simplemente, los grupos sociales pobres no comparten el código universalista que utiliza el maestro en la clase.

En muchos casos, los docentes no incorporan a sus prácticas estrategias para acceder a una comprensión más integral acerca de las maneras de pensar, sentir y actuar de los diferentes grupos sociales. Este conocimiento fragmentario del otro es un obstáculo para considerar la diversidad de situaciones existentes y, al mismo tiempo, un espacio de actuación del modelo educativo hegemónico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario