El
aprendizaje estratégico tiene como principio el “aprender a aprender”. El
paradigma cognitivo es un soporte importante del aprendizaje estratégico,
“conduce a reconocer que el estudiante no sólo adquiere información, sino que
también debe aprender estrategias cognitivas, es decir, procedimientos para
adquirir, recuperar y usar información” (Angulo, 2009, p. 3) y estrategias
metacognitivas, de reflexión sobre sus propios procesos de
aprendizaje.
Los
estudiantes que acceden y construyen aprendizajes significativos posean ciertas habilidades estratégicas para
adquirir, procesar y organizar la información que les es proporcionada a través
de la misma construcción que hace el estudiante en la clase de diferentes conocimientos asociados a las destrezas con criterio de desemepño.
El
aprendizaje es un proceso estratégico; cuando se logra que los estudiantes
“aprendan a aprender”, es decir cuando están habilitados para el empleo de
estrategias generales y específicas de aprendizaje y al mismo tiempo las
aplican de acuerdo a los tipos de contenidos: conceptuales, procedimentales o
de actitudes y valores.
Las
estrategias de aprendizaje son procedimientos flexibles, heurísticos,
adaptables, de uso tanto de los estudiantes como de los docentes; son
instrumentos que permiten el logro de los propósitos formativos e instructivos
en el desarrollo de una clase.
El
estudiante que hace uso de estrategias de aprendizaje es un sujeto activo, que
construye su conocimiento y le da sentido y significado, en un primer momento
puede resultar espontánea, pero que a partir del aprendizaje de las mismas puede
llegar a convertirse en un aprendiz estratégico, autónomo, autorregulado y
reflexivo. Un estudiante altamente motivado a partir de los objetivos de
aprendizajes estratégicos contará con la disposición necesaria para el logro de
aprendizajes significativos.
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