domingo, 24 de marzo de 2013

Diez reglas de oro para las clases expositivas



Las clases expositivas pueden optimizarse para conseguir mejores resultados y aunque no existen fórmulas mágicas he aquí algunas sugerencias a tener en cuenta (tomado de: Dolors Quinquer en Estrategias metodológicas para enseñar y aprender ciencias sociales: interacción, cooperación y participación).

1.     Velar por la coherencia global del tema que se expone, procurando que el discurso esté bien organizado y que enlace con lo ya estudiado.
2.     Al iniciar la lección, es útil mediante preguntas o algún ejercicio hacer explícitas las ideas previas, los conocimientos y las expectativas de los receptores, ya que la información sobre cómo los estudiantes se representan inicialmente el tema es una cuestión de gran relevancia. Llevar las representaciones iniciales al terreno de lo explícito, y hacerlo colectivamente con los compañeros y compañeras, sirve para activar la memoria y hacer visibles posibles errores o los obstáculos que podrían dificultar el aprendizaje.
3.     Presentar globalmente los contenidos mediante un esquema, un mapa conceptual, un organigrama o similar, de manera que los aspectos más básicos sirvan de organizadores del discurso.
4.     Comenzar presentando unas pocas ideas, las más fundamentales, representativas y generales del contenido que se va a desarrollar, pero a nivel de aplicación, mediante algún ejemplo o ejercicio práctico y cercano, para que los estudiantes se sitúen desde un principio. Después, mientras se desarrolla el tema, es conveniente referirse a estas ideas presentadas en primer lugar con más detalle y complejidad, con un nivel de elaboración más profundo.
5.     Proponer muchos ejemplos, lo más impactantes posible para que se recuerden con facilidad.  También es conveniente buscar elementos de contacto con la realidad y con el entorno de los estudiantes para situar y contextualizar los contenidos lo más posible.
6.     Calcular bien el tiempo disponible y organizar la exposición en bloques de 10 o 15 minutos (según el contexto) para no superar la capacidad máxima de atención de los estudiantes, que en condiciones óptimas de interés y madurez suele cifrarse en unos 20 minutos, aunque actualmente algunas investigaciones sostienen que el tiempo de atención ha disminuido por el estilo de vida dominante, el zapping , el ruido, etc.
7.     La explicación ha ser clara, planteando interrogantes, enfatizando lo importante, variando la entonación, con pausas y utilizando el lenguaje corporal.
8.     Es conveniente reservar un tiempo para la participación y para la recapitulación final, ambas cuestiones son fundamentales para procesar adecuadamente lo explicado.
9.     Muy importante es ser sensibles al feedback de los estudiantes, a las muestras que dan sobre cómo están recibiendo la información. Si la mayoría no sigue la explicación es mejor buscar alternativas porque la asimilación será muy dudosa.
10.  Finalmente, siempre es recomendable utilizar los recursos técnicos con prudencia (si es que se dispone de ellos) ya que diversos estudios señalan que la asimilación de la información no es proporcional a la sofisticación de los medios utilizados, a menudo power point induced sleep

No hay comentarios:

Publicar un comentario