miércoles, 21 de noviembre de 2012

Estilo, práctica estratégica y conocimientos metacognitivos



Según ALONSO, Francisco en información tomada de la web El Aprendizaje estratégico: http://www.fracasoescolar.com/conclusions2004/alonso.pdf (consulta del 21 de noviembre del 2012)

El aprendizaje del alumno es estratégico en la medida en que dispone de la competencia que le proporcionan los recursos cognitivos mediante los cuales puede regular de forma intencional y deliberada (es decir, con su actividad metacognitiva) los procesos asociados con el hecho de aprender. El aprendizaje estratégico se opone a aprendizaje incidental, improvisado o desprovisto de todo plan. El aprendizaje estratégico vendrá definido por los valores que presentan las variables de enfoques y estilos, la práctica estratégica y los conocimientos metacognitivos que posee el sujeto sobre el aprender.

El déficit estratégico:

Es la ausencia en el alumno de dichos recursos cognitivos y metacognitivos (“estratégicos”). Así cuando Torgesen (1982, 1991) habla del “aprendiz pasivo” o se menciona el “déficit estratégico” como limitación asociada a la ejecución incompetente de las tareas de aprendizaje: “Los alumnos que fallan en la comprensión lectora se caracterizan por tener una actitud pasiva cuando leen, lo que les lleva a una actividad rutinaria, carente de esfuerzo hacia la búsqueda y construcción del significado y, por lo tanto, a una falta de ajuste de las estrategias lectoras a las demandas de la tarea.

El criterio de la competencia en el aprendizaje estratégico:

Es la calidad y eficacia en la realización de las tareas de aprendizaje y el rendimiento académico, este es interpretado como valoración del aprendizaje del alumno.

Los enfoques de aprendizaje (approach to learning):

Son las tendencias estables de los sujetos en la selección y empleo de una estrategia o determinada clase de estrategias. La consistencia de motivación y estrategias, desde la búsqueda de comprensión y desde la búsqueda de resultados en el contexto del aprendizaje instruccional. Atendiendo a los objetivos básicos en el aprendizaje académico, esto es, la comprensión de conocimientos (mastery orientation) y el logro de resultados (performance orientation), consideramos estos tipos de enfoques: Enfoque profundo - enfoque superficial / Enfoque dirigido al rendimiento - enfoque no dirigido al rendimiento.

Fases y componentes de las estrategias



¿Cuáles son las fases de aplicación de una estrategia?

1.     Fijar el objetivo de la estrategia: Cuanto más especifico y detallado, tanto más fácil será comprobar si se está logrando o no.
2.     Seleccionar una estrategia o curso de acción para alcanzarla
3. Aplicar la estrategia ejecutando las técnicas que la componen (Cuanto más automatizada se tenga una técnica cuanto más probable será su uso)
4.     Evaluar el logro de los objetivos fijados

¿Cuáles son los componentes del conocimiento estratégico necesarios para poner en marcha una estrategia?

1.     Conocimientos técnicos automatizados
2. Metaconocimientos necesarios para la selección y planificación de los procedimientos más ajustados y para la evaluación del éxito o fracaso en la aplicación.
3.   Conocimientos temáticos específicos sobre el área a la que hay que aplicar la estrategia.
4.   Estrategias de apoyo que se centran en los procesos auxiliares que apoyan el aprendizaje mejorando las condiciones psicológicas y materiales en las que se produce el aprendizaje.
5.  Procesos básicos, cognitivos o motores cuyo desarrollo hará posible la adquisición de conocimientos necesario para la aplicación de la estrategia


martes, 20 de noviembre de 2012

Pensamiento estratégico


Educar es convertir a cada niña, a cada niño y a cada joven, en constructor de la grandeza de este extraordinario país, para que sea cada vez más parecido a sus aspiraciones y deseos. Educar, entonces, es despertar sueños, propiciar proyectos, alinear esfuerzos y cumplir esperanzas. Es dar sentido de futuro a nuestra tarea presente.

La información que pongo a la disposición para estudiar y reflexionar fue tomada de la dirección electrónica: http://www.geocities.com/aulauy/estrategias-alfredo.htm. (consulta del 20 de noviembre del año 2012). Según el autor HUERTA R., Moisés (2001) se destaca lo siguiente respecto al pensamiento estratégico:
Las estrategias, son entendidas como una guía de las acciones que hay que seguir y como tal, son intenciones conscientes dirigidas a un objetivo relacionado con el aprendizaje. Esto supone que las técnicas pueden considerarse como elementos subordinados a la utilización de las estrategias; también los métodos son procedimientos susceptibles de formar parte de las estrategias (Monereo, 2001, p. 23).
La oportunidad de reflexionar sobre cuándo y por qué debe emplearse un procedimiento y de hecho, sobre cualquier tipo de contenido, distingue el aprendizaje rutinario o mecánico del aprendizaje estratégico (Coll, 2000, p. 73).
El pensamiento estratégico es un hecho mental, la acción estratégica se refiere a conductas perceptibles; uno crea alternativas, otro las concreta. La decisión es el puente entre ellas. En la medida en que se reflexiona y se actúa de este modo se desarrollan en cada uno nuevas formas de saber y de saber hacer, es decir se mejora el aprendizaje potencial.

HUERTA R., Moisés (2001): Enseñar a aprender significativamente. Lima, Editorial San Marcos. MONEREO, C.; CASTELLO, M., y otros (2001): Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Barcelona, Grao.
MONEREO, C.; BADIA, A., y otros (2001): Ser estratégico y autónomo aprendiendo. Barcelona, Grao.

Aprendizaje estratégico como aprendizajes de calidad


Educar es convertir a cada niña, a cada niño y a cada joven, en constructor de la grandeza de este extraordinario país, para que sea cada vez más parecido a sus aspiraciones y deseos. Educar, entonces, es despertar sueños, propiciar proyectos, alinear esfuerzos y cumplir esperanzas. Es dar sentido de futuro a nuestra tarea presente.

La información que pongo a la disposición para estudiar y reflexionar fue tomada de la dirección electrónica: http://www.geocities.com/aulauy/estrategias-alfredo.htm. (consulta del 20 de noviembre del año 2012). Según el autor HUERTA R., Moisés (2001) se destaca lo siguiente respecto al aprendizaje estratégico de calidad:
El aprendizaje estratégico, se define como aquellos procesos internos (cognitivos, motivacionales y emocionales) y conductas que promueven un aprendizaje efectivo y eficiente (Valenzuela, 1998). El término efectivo significa que la persona es capaz de alcanzar ciertos objetivos de aprendizaje. El término eficiente significa que la persona es capaz de lograr lo anterior mediante el uso óptimo de su tiempo, recursos y esfuerzo. Las estrategias de aprendizaje varían de un contexto a otro y su empleo no garantiza siempre la misma efectividad y eficiencia (Weinstein, 1994). Para emplearlas, la persona requiere saber primero qué estrategias existen (conocimiento declarativo), cómo se emplean (conocimiento de procedimientos) y cuándo y dónde es apropiado emplearlas (conocimiento condicional).
Peter Drucker acuñó los términos eficacia (capacidad de realizar las cosas rápido) y eficiencia (capacidad de realizar las cosas bien) en el campo de los negocios. Los términos se pueden aplicar al aprendizaje eficaz (aumentar la rapidez del aprendizaje) y al aprendizaje eficiente (acrecentamiento de destrezas y mejor retención de hechos, conceptos y relaciones). Los aprendizajes eficaz y eficiente están relacionados con las estrategias de aprendizaje que enseñan como aprender de manera eficaz y eficiente”. Por tanto, el aprendizaje estratégico, será aquel proceso educativo que permita promover el desarrollo de aprendices estratégicos, eficientes y eficaces quienes desarrollarán un aprendizaje de calidad (Soto, 2002).
El aprendizaje estratégico, son todos aquellos procesos internos cognitivos, motivacionales, emocionales y conductuales que promueven un aprendizaje efectivo, eficiente y eficaz. El aprendizaje será efectivo, si la persona es capaz de alcanzar ciertos objetivos de aprendizaje. El aprendizaje será eficiente, si la persona es capaz de lograr los objetivos, acrecentar las destrezas y mejorar la retención de hechos, conceptos y relaciones. El aprendizaje será eficaz, si es capaz de aumentar la rapidez del aprendizaje mediante el uso óptimo de su tiempo, recursos y esfuerzo. Por lo que, el aprendizaje estratégico, será aquel proceso educativo que promueva el desarrollo de aprendices estratégicos efectivos, eficientes y eficaces; capaces de desarrollar aprendizajes de calidad.
Aprender estratégicamente
Según Monereo (2001), aprender estratégicamente depende fundamentalmente de la intencionalidad del aprendiz de seleccionar los procedimientos de aprendizaje, es decir, es cuando el aprendiz decide utilizar unos procedimientos de aprendizaje para solucionar una tarea, no lo hace aleatoriamente, sino con un propósito y un objetivo determinados. En algunas ocasiones, el objetivo puede ser adquirir una cultura sobre un tema; en otras, la intención estará en profundizar sus conocimientos de una materia; en otras, puede ser consensuar unos puntos de vista, etc., esta diversidad de objetivos determinará la decisión del aprendiz respecto a que procedimientos de aprendizaje utilizará y de que forma.
Si entendemos todo proceso de aprendizaje como una acción mediada, el aprendizaje de estrategias asume íntegramente esa condición: allí tienen lugar los recursos de enseñanza como plantear problemas, modelar y andamiar, evaluar el camino recorrido y sobre todo favorecer la toma de decisiones con la carga de responsabilidad y valoración personal y social que ello entraña.
HUERTA R., Moisés (2001): Enseñar a aprender significativamente. Lima, Editorial San Marcos. MONEREO, C.; CASTELLO, M., y otros (2001): Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Barcelona, Grao.
MONEREO, C.; BADIA, A., y otros (2001): Ser estratégico y autónomo aprendiendo. Barcelona, Grao.

El aprendizaje estratégico como sinónimo de estrategias de aprendizaje


Educar es convertir a cada niña, a cada niño y a cada joven, en constructor de la grandeza de este extraordinario país, para que sea cada vez más parecido a sus aspiraciones y deseos. Educar, entonces, es despertar sueños, propiciar proyectos, alinear esfuerzos y cumplir esperanzas. Es dar sentido de futuro a nuestra tarea presente.

La información que pongo a la disposición para estudiar y reflexionar fue tomada de la dirección electrónica: http://www.geocities.com/aulauy/estrategias-alfredo.htm. (consulta del 20 de noviembre del año 2012). Según el autor HUERTA R., Moisés (2001) se destaca lo siguiente respecto al aprendizaje estratégico: Desde este enfoque, el aprendizaje estratégico, se puede definir como las estrategias de aprendizaje conducentes a la toma de decisiones de manera consciente o inconsciente, donde el alumno elige, recupera y domina una estrategia determinada de manera coordinada, logrando aprender los conocimientos que necesita para cumplir una determina tarea, demanda u objetivo, en función de las características de la situación educativa en que se produce la acción (Monereo, 2001).

Por su parte, para Díaz y Hernández; (2002, p. 234) las estrategias de aprendizaje, son procedimientos o secuencias de acciones conscientes y voluntarias que pueden incluir varias técnicas, operaciones o actividades específicas que persiguen un determinado propósito: el aprender y solucionar problemas.
El aprendizaje estratégico como aprendizaje de estrategias
El aprendizaje estratégico como aprendizaje de estrategias, está en directa relación con el conocimiento estratégico de Brown (1975), quien lo describe como “el saber como conocer”.
Para Díaz y Hernández; (2002, p. 237), el aprendizaje de estrategias es aplicable a varios dominios, o dominios particulares. “Para muchos autores existen estrategias generales y específicas, aunque en muchas ocasiones las vinculan con las estrategias metacognitivas (Kirby 1984 citado en Nisbet y Shucksmith, 1987); quienes, denominan micro estrategias, a las estrategias cognitivas o de aprendizaje y macro estrategias para el caso de estrategias metacognitivas”.
El aprendizaje estratégico, entendido como aprendizaje de estrategias, no radica únicamente en ampliar el repertorio de recursos de los alumnos, sino en que reconozcan su capacidad de evocar, adaptar o crear las estrategias alternativas que atiendan las condiciones de cada situación. La experiencia señala, además, que la transmisión individual de una estrategia no tiene efectos duraderos: el niño la aplica en el momento en que le es enseñada; pero, planteada la misma tarea poco tiempo después, vuelve a desarrollarla según otras estrategias espontáneas.
HUERTA R., Moisés (2001): Enseñar a aprender significativamente. Lima, Editorial San Marcos. MONEREO, C.; CASTELLO, M., y otros (2001): Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Barcelona, Grao.
MONEREO, C.; BADIA, A., y otros (2001): Ser estratégico y autónomo aprendiendo. Barcelona, Grao.