¿Qué
es enseñar desde el modelo orientado al proceso?
Los
momentos del proceso son los siguientes:
El
centro de atención se centra en el estudiante. De esta manera, la selección de
los contenidos de estudio se adapta a
las posibilidades y los intereses de cada uno.
Desde
el punto de vista de la metodología, predominan los métodos que promueven el
desarrollo autónomo del estudiante: el
trabajo en grupo, el aprendizaje por proyectos, el juego de roles. Los
estudiantes aprenden de manera independiente, bajo la supervisión del docente,
en un ambiente de trabajo libre, a la vez que organizado.
El
modelo que sigue este modelo tiene una actitud más democrática, orienta,
acompaña. Los estudiantes cuentan con una amplia variedad de recursos para
adquirir experiencia, practicar, experimentar, etc. La función no tiene la
función de seleccionar; no aporta resultados numéricos. Bajo este modelo, lo
más importante es que el estudiante responda en función de sus capacidades e
intereses individuales.
En
esta nueva visión de la educación, el docente selecciona materiales
constantemente y adecua los estilos de evaluación. La evaluación es,
fundamentalmente, cualitativa y sirve como punto de partida para atender las
necesidades concretas de cada
estudiante. La retroalimentación y el tipo de evaluación favorecen la
autoevaluación, de manera que el estudiante aprenda a valorar su propio trabajo.
Es
un modelo orientado al procesos, los estudiantes dejan de ser simples receptores
o consumidores de información para convertirse
en sujetos activos de su proceso
de aprendizaje. Este no es un enfoque natural; los estudiantes no siempre están en capacidad de asimilar la información de manera autónoma. Por eso, la tarea del
docente tiende a ser más demandante.
En
este proceso educativo también se plantean otro tipo de objetivos; los
estudiantes desarrollan sus destrezas buscando, recogiendo información; se
autoevalúan, socializan con sus compañeros y comparten la información obtenida.
En
este modelo es fundamental adecuar y contar con entornos de aprendizaje
enriquecidos. Esta es condición básica del proceso de diferenciación.
Eynde(2004) señala que cada estudiante que está en la clase procede de un contexto familiar
propio y tiene una historia personal, llega con sus propios conocimientos,
ideas, habilidades y valores; todos estos elementos, en su conjunto, son
decisivos en su comportamiento, en su estilo y calidad de aprendizaje. Si el
proceso educativo quiere tener éxito, si realmente quiere inducir a aprender,
tiene que tomar en cuenta las diferencias individuales de cada estudiante. Por
lo tanto, la diferenciación no se presenta como un lujo pedagógico sino como
condición para el aprendizaje y la instrucción.
¿Qué
es enseñar desde el modelo orientado a productos?
Los
momentos del proceso son los siguientes:
Los
objetivos cognitivos se describen de
manera muy precisa y concreta, para todos los estudiantes por igual, con el
cual se corre el riesgo de que los
objetivos formulados no respondan al
nivel de exigencia de los estudiantes, por cuanto el conocimiento y las
destrezas se enseñan de acuerdo a lo
preestablecido.
En
este momento, las habilidades de pensamiento (razonar, pensar creativamente,
opinar, juzgar) no suelen mencionarse en su formulación operativa. Lo mismo
ocurre con el comportamiento, afectivo,
que suele quedar limitado a sus categorías de expresión más elemental tales
como: conformarse con y tener la voluntad de.
Los
niveles de valoración personal difícilmente se logran. Tampoco se toma en
cuenta la situación de partida del estudiante,
por cuanto las normas se aplican
a todos por igual. El estudiante no tiene la oportunidad de escoger los
temas de estudio.
Desde
el punto de vista de la metodología, predominan los métodos propuestos por el
docente, pues éste es quien dirige el proceso de enseñanza. El estilo es más
directivo que democrático.
Respecto
al uso de recursos, el docente suele también ser más activo, lo que conlleva
que se utilicen con mayor frecuencia los métodos de comprobación y
demostración. Finalmente, para este modelo, la evaluación debe ser lo más
precisa posible. Para evaluar los objetivos de menor exigencia se usan pruebas
de tipo estandarizadas y mediciones cuantitativas. Así, el rendimiento en la
sociedad se determina a partir de una valoración basada en la selección.
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